Toda vivienda necesita una serie de mantenimientos con el fin de poder permanecer en excelentes condiciones. Esto es algo que no solo te permitirá mantener y hasta elevar el valor de tu vivienda, también te permitirá disfrutar de una buena calidad de vida, pues una casa que se encuentre en buenas condiciones es un hogar en el que se puede estar saludable y seguro.
Por ello, en esta ocasión te mostraremos cuáles son aquellos mantenimientos que debe recibir una vivienda de manera constante y progresivo con el fin de lograr prevenir su deterioro mientras mantienes y mejoras tu calidad de vida.
¿Qué incluye el mantenimiento de una vivienda?
Cualquier tipo de limpieza, reparación o sustitución de piezas que pueda necesitar tu vivienda. Como por ejemplo el limpiar el tejado, pintar las paredes, limpiar suelos y paredes, mantener en buen estado los desagües, aspirar las alfombras, mantener al día el sistema de calefacción o aire acondicionado, reemplazar grifos viejos, cambiar vidrios rotos, en fin…

El mantenimiento de una vivienda va desde la limpieza rutinaria hasta las reparaciones, según sea el deterioro, daño o desperfecto de ciertas zonas del hogar. Lo más importante es tener presente que cuanto antes se realice alguna reparación serán mucho mejor los resultados, pues a pesar de parecer algo muy sencillo, la idea no es posponer las cosas, ya que así se termina agravando el daño y acumulando más reparaciones por hacer.
Lo que debes evitar en tu vivienda
Es importante que enfoques tu atención en ciertas problemáticas que, por lo general, son muy evidentes y pueden ocasionar daños graves a corto plazo; como por ejemplo la humedad, este es el enemigo del que debes deshacerte lo antes posible, ya que este produce moho, lo que es poco saludable, además de ello, deteriora paredes, piso y techo (según esté ubicado), haciendo que el acabado que tenga termine cediendo.
La humedad, más allá de ser un problema de ubicación geográfica, es más bien un problema causado por otros dos factores: la duración que lleve la construcción y la calidad de materiales utilizados, los cuales deben ir acorde según la zona.
Debes tener presente que, mientras más tiempo de construcción tenga una vivienda, mayor ha de ser las zonas deterioradas de la misma, por lo que hay que prestar especial atención en estos casos y realizar las reparaciones necesarias cuanto antes.
La planificación será tu mejor aliado
En ocasiones, el mantenimiento de una vivienda puede ir más allá de solo lavar pisos y paredes, tratándose de reparaciones un poco costosas donde necesites la ayuda de profesionales. Por ejemplo, en el caso de que por un mal acabado de techo tengas humedad acumulada en tu pared de ladrillo, resulta necesario cambiar el friso o cobertura de la misma, lo cual puede suponer un costo elevado.
Por ello vale la pena que en tu presupuesto mensual dediques un porcentaje al mantenimiento de tu vivienda, probablemente este es un dinero que no se gastará todos los meses, por lo que se podrá acumular. De tal manera que llegado el momento de necesitar una reparación costosa, podrás contar con una buena base monetaria para comenzar a realizarla.

En otros casos puede que requieras hacer varias reparaciones en tu hogar, pero tu presupuesto no alcanza a cubrirlo todo al mismo tiempo. En estos casos lo mejor es establecer prioridades, ¿qué es lo más urgente?, ¿qué puede esperar un poco más?, de esta manera sabrás por dónde empezar y con base en la cantidad de reparaciones a realizar en un determinado periodo de tiempo, debes planificar tu presupuesto mensual o semanal.
De esta manera estableces metas, las cuales serán las reparaciones por realizar, junto con los presupuestos que destinarás para ello y las fechas límites. Al planificarte, podrás apreciar que los problemas son más sencillos de resolver.
¿Cada cuánto tiempo debo hacer el mantenimiento de una vivienda?
Más allá de establecer una fecha de mantenimiento, lo importante es establecer períodos de revisión de la vivienda, de tal manera que, dependiendo del estado en el que encuentres ciertas zonas de tu hogar, sabrás si requiere o no de un mantenimiento.
Por ejemplo, lo ideal es que al menos cada 6 meses realices una revisión a fondo de cada zona de la vivienda, cuartos, jardín, baños, cocina, sótano, cualquier zona que, por lo general, no se vea tan seguido y por ello pueda haberse deteriorado sin que te dieras cuenta. En el caso de que consignas algo que se deba reparar, simplemente hazlo lo antes posible, antes de que se vuelva algo más grave y, por ende, más costoso. Por lo que no hay mayor ayuda que la prevención o atención temprana de cualquier desperfecto que pueda tener tu hogar.