Cuando una persona se sumerge en la política, comprende la importancia de tener un buen discurso, ya que esto es lo que marcará la diferencia entre la victoria o derrota electoral. Es por ello que una de las principales características de todo político es el ser un buen orador, ya que todo político debe ser capaz de captar la atención de una gran audiencia y convencerla de confiar en una persona desconocida, pero que gracias a su discurso parece alguien en quien vale la pena confiar la administración que conlleva determinado puesto político; desde un concejal hasta un presidente, todos deben contar con una buena estrategia discursiva.
¿Qué es una estrategia discursiva?
Se trata del análisis del plan de acción del orador, de tal manera que, quien dirá el discurso, debe contar con una especie de guion donde prepare previamente lo que dirá frente a una audiencia. Pero más allá de las palabras, puede combinar una serie de recursos gramaticales con el fin de generar una interacción con el público.
Pero esto no lo es todo, a que además una buena estrategia discursiva debe ser capaz de generar emociones, bien sea de alegría o ira, la emoción que genera un discurso es lo que puede permitir tener la aceptación o no de un determinado grupo de personas.
Tipos de estrategias discursivas
Dependiendo de la imagen que se desee generar para el público, se debe elegir uno o varios tipos de estrategias discursivas. Pero, ¿cuáles son?, a continuación te las mostramos:
- Descriptivas: como su nombre lo indica, describe, a través de características, cualidades o propiedades, aquel elemento central del mensaje.
- Expositivas: transmite una información poco conocida por el receptor, de tal manera que el hablante debe ser un especialista en ese tema en específico.
- Narrativas: narra acontecimientos manteniendo un orden cronológico, generalmente este tipo de discursos se utilizan en textos literarios. También es de gran utilidad al momento de hablar sobre una noticia, para hacer un reportaje o desarrollar algún informe.
- Argumentativas: ideal para quienes deseen convencer, persuadir o cambiar la opinión del receptor. Este tipo de discurso tiende a incluir en las emociones de los oyentes.
- Definición: es considerado un recurso didáctico, ya que se enfoca en la enseñanza de un tema específico.
- Motivación: el orador se enfoca en persuadir a los oyentes con el fin de que ellos piensen o actúen según el mensaje compartido. Es muy utilizado en materia de crecimiento personal, pero a nivel de política es muy útil al momento de querer motivar a un grupo de personas.
- Introducción: se caracteriza por el uso de palabras simples, donde el hablante deja claro que el mensaje por transmitir es importante, de tal manera que es una herramienta que permite despertar el interés del público.
- Entretenimiento: su enfoque es relajar a los oyentes, por lo que generalmente se hace uso de anécdotas personales, chistes e incluso juegos para generar un ambiente confiable.
- Aceptación: se utiliza cuando alguien debe aceptar cualquier tipo de reconocimiento o premiación; así como también puede emplearse al momento de reconocer la culpa ante una situación. Este tipo de discursos incluye una considerable carga de emociones.
¿Qué tipo de estrategia discursiva utilizan los políticos?
En términos generales, lo ideal es que todo político sea un buen orador, eso quiere decir que sea capaz de captar la atención de toda una audiencia, ya que de eso dependerá su éxito electoral. Por tanto, debe ser alguien que conozca y sepa ejecutar cada una de las estrategias discursivas, puesto que dependiendo de la situación puede ser necesario una u otra.
Entre las estrategias discursivas más utilizadas, destaca la argumentativa, motivación, introducción y aceptación. Esto se debe a que un político se enfoca en captar la atención de su audiencia y en generar emociones, pues la idea es que su público confíe en lo que se les está diciendo.
Es por ello que en el transcurso de una campaña electoral, los políticos se encargan de elaborar eslogan, discursos y frases motivacionales que generen emociones a los ciudadanos para motivarlos a confiar.
Pero, ¿realmente alguien puede tener éxito en política solo con un buen discurso?, en muchas ocasiones se presenta el escenario en el que un líder político no cumple las expectativas esperadas; luego, al analizar su historial resulta que objetivamente no era una buena opción, es ahí cuando muchos se preguntan, ¿cómo pudo ganar?, la respuesta es gracias al discurso.
Muchos son quienes subestiman el poder que tiene la palabra, pero lo cierto es que al momento de comenzar una campaña política, realmente no gana quien esté mejor capacitado para ejercer cierto cargo, simplemente gana quien lleve a cabo la mejor campaña electoral, y eso se logra a través de varios discursos.
Ahora no es de extrañar el por qué los políticos comparten de manera tan eufórica sus mensajes, pues tienen claro el impacto que puede generar.